El título de esta nota se lo debo a un operador de microbús, honor a quien honor merece.
¿Es posible que algunos individuos, sino es que muchos, admitan que gustan de la maldad? ¿Es la maldad algo negativo? ¿Sí la bondad es una norma de convivencia, la maldad es el estado natural del hombre?
"El hombre es el lobo del hombre", "El hombre es bueno por naturaleza", "Rata de dos patas"...¿Cuál es la verdad?
En notas previas he comentado sobre la verdad y la mentira, así que en esta ocasión me concretaré a referirme a la maldad como aquello que se opone a la bondad, sé que parece lógico y de hecho lo es, pero intentemos ir más lejos.
La bondad permite mantener la fe en la humanidad, encontrar algo más allá del "animal" que todos llevamos dentro, es el reconocimiento de nuestra capacidad cognitiva como instrumento deliberativo que permite identificar los efectos lesivos, a los intereses propios o ajenos, que se producen como consecuencia de nuestra toma de decisiones, la bondad implica actuar maximizando el respeto a éstos últimos.
Por tanto, la maldad sólo puede consistir en ignorar ese conocimiento de las consecuencias de nuestros actos, es decir "un ignorante en ningún caso puede ser malvado", la maldad implica conocimiento y decisión, no se puede hacer "el mal" ignorando el resultado de la conducta desplegada, hacerlo así implica sólo "azar".
La maldad existe
Claro que la maldad existe, de lo contrario los sistemas jurídicos no tendrían mucha razón de ser, para qué regular conductas de personas que actúan de manera inconsciente, en tal caso se necesitarian terapias masivas no derecho: ¿Ya qué si las normas sólo se dirigieran a personas que desconocen los perjuicios de sus conductas, no estariamos hablando de inimputables?
La reflexión del día: Digan lo qué quieran, los abogados vivimos de la maldad
No hay comentarios:
Publicar un comentario