lunes, 17 de mayo de 2010

El buen consumidor

¿Crees realmente en el poder de tu desición? ¿Comparas el precio y las características de las mercancías que adquieres? ¿Piensas que puedes controlar el destino de las corporaciones o multinacionales que te han generado hábitos de consumo de los cuales no puedes despegarte con el simple hecho de evitar comprarles? ¿Has "castigado" a alguna marca porque ha incrementado sus precios o ha disminuido la calidad de sus mercancías, y además crees que este boicot individual es afortunado?

Si has repondido de manera afirmativa a más de una de estas preguntas, te dire que eres un firme creyente del "Poder del Consumidor".

Pensemos (de nuevo mi palabra favorita) que no estamos inmersos en un mundo globalizado que ha buscado a través de los medios de comunicación la estandarización de los hábitos de consumo; ni que somos individuos disociados unos de otros, inoculados con deseos artificiales que requerimos satisfacer para alcanzar la felicidad; ni que cuantificamos el valor de las personas en función de aquello que poseen; ni que nos concentramos en el valor de las cosas y no en el de la vida; pensemos entonces en otro escenario, fuera de este mundo.

En este nuevo escenario, donde las mercancías son únicamente satisfactores de necesidades reales o elegidas libremente, tu poder de desición sería decisivo, la filosofía de la nimiedad daría paso a la adquisición responsable, y la explotación de los recursos humanos y ambientales se reducirían, pero... Lo olvidaba, la realidad es otra.

El pago de multas por violaciones a las leyes ambientales, laborales, fiscales y hacendarias, no mengua la capacidad de las multinacionales, cada multa está respaldada por las ganacias que produjeron los incumplimientos, porque para ellas "en la devastacion hay oportunidad", el saqueo de la tierra es una "necesidad", y el paradigma de la producción dependiente de las materias primas básicas, pareciera no superarse, entonces ¿cuáles avances de la sociedad posmoderna?

Las externalidades de las corporaciones consisten en delegar a otro aquello de lo que no pueden hacerse cargo, como la estabilidad social, para eso requieren del Estado represivo y disciplinario, lo demás, tendrá que ser "privatizado" o ¿Cómo perder nuevos mercados?

La reflexión del día: La "filosofía de la nimiedad" nada tiene que ver con el miedo a la edad.

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