¿Qué es más sencillo obedecer o la desobediencia?
Pareciera que seguir órdenes sin cuestionar implica para los individuos asumir una posición pasiva, y que la sencillez de ésta, radica en transferir la responsabilidad de las acciones a quienes se obedece, porque no todos estamos preparados para asumir las consecuencias de nuestros actos, ya que esto implica tener plena conciencia de que pertenecemos a una comunidad, así como de los distintos roles que desempeñamos.
Por su parte, la desobediencia requiere conocimientos, porque para oponerse a algo se debe saber por qué, y no sólo eso, sino que es conveniente establecer una alternativa, la desobediencia favorece el desarrollo de un espíritu crítico, pero también genera conflictos, no todos sabemos dirigir y no todos podemos obedecer.
Sin embargo, pienso que la obediencia puede resultar más complicada, el someter el verdadero deseo a la voluntad de alguién más requiere fortaleza, no cualquiera puede dominarse, no importa que tan válidas sean las razones que exigan la sumisión: el bien común, la paz, la seguridad, la vida, el medio ambiente, aprobar una materia...
Es posble desobedecer sin motivo alguno y esto propicia descontrol, pero la obediencia ciega y sin razón también genera inconvenientes: desaparecen los responsables.
Los extremos suelen ser malas opciones, no todos los procesos sueles ser dicotómicos, sin embargo, hay momentos en que sólo se puede obedecer, sobre todo en situaciones que implican relaciones de poder como: gobernados-gobernantes, marido-mujer, maestro-alumno.
En este sentido no queda más que asumir una posición y continuar escibiendo.
La reflexión del día: ¿Cuál es tu excusa...cantidad o calidad?
Creí que esto de las cincuenta notas era nada más por molestar, pero ahora ya hasta me sentí mal jajaja; no hay excusa cierta, al final el que ya casi acaba o acabó es porque trabajó y los que no pues porque no.
ResponderEliminarBuena reflexión.
Al parecer estoy experimentando el mismo sentimiento de insuficiencia creativa y también acude a mi la idea de la desobediencia civil, pero lamentablemente en la academia no hay democracias. Seguiré arrastrando el lápiz.
ResponderEliminar