Es desequilibrante vislumbrar que el recorrido que la humanidad ha transitado desde hace más de dos siglos nos ha llevado al mismo principio, me viene a la mente la estrofa de una canción de un grupo de rock (creo ya desaparecido) llamado La Renga, que sentencia: "El final es en donde partí". ¿Será posible llegar al mismo principio y qué la experiencia adquirida no sea suficiente para eliminar la sensación de frágilidad y soledad, que a diferencia de los derechos humanos, sí aparece como algo "inherente a todos los seres humanos por el simple hecho de serlo"?
Aunque tal vez este final no nos lleve al mismo sitio del que partimos, sino que quizá nos permita reorientar el desarrollo; hay un concepto que me interesa mucho, porque me parece una posible alternativa frente y a la par del orden jurídico: la autoregulación.
¿Será posible que los inviduos adquiramos tal conciencia, después de este recorrido, que reconozcamos que nuestra agrupación facilita transformar el entorno para hacerlo más grato? ¿Algún día alcanzaremos la sensatez y al hacerlo algo positivo?
La reflexión del día: ¿Si los locos de divierte más para qué tener buen juicio?
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