¿Será posible que los seres humanos hagamos de la verdad una exigencia de vida cuando no estamos preparados para aceptarla?
¿Cuántas veces has callado una verdad por ser incómoda? ¿Cuántas veces has dicho mentiras piadosas? ¿Y después de ello te consideras honest@?
En mi experiencia de vida (que por cierto es muy corta), he comprendido que se exige la verdad pero se esperan mentiras, he tenido la falta de conciencia de comprobarlo en muchas ocasiones, de hecho parte de mi aparente seriedad tiene que ver con lo inconveniente que me resulta atender a las mentiras convencionales, pero esta nota no tiene por objeto servirme de catársis, aunque debo admitir que es efectiva, sino exponer a "la verdad" como instrumento discursivo para obtener la paz social.
"La verdad" también funciona como un elemento de legitimación, y aunque la realidad se genere por concenso, la sociedad se muestra mucho más compasiva con alguién que admite haber mentido y se muestra arrepentido después, que por alguién que engaña y se mantiene hasta que es inevitable. Eso mismo puede suceder con un sistema que prometía tener las respuestas, a través del "orden y progreso", y que sólo lo obtuvo para unos cuantos.
Es posible que en ese mismo discurso, las corporaciones (sosten del propio sistema) aparezcan evidenciando sus fallas, desatinos y contradicciones, pugnando por un reordenamiento, por un acercamiento a la sociedad civil, un empoderamiento de los ciudadanos del mundo.
¿Podemos creer en esta "verdad"? ¿A qué o a quienes benefician realmente las nuevas políticas económicas? ¿Nuestro interes real en el estado o en el ente que concibamos cada quien, es que haga desaparecer al Nugudú que todos llevamos dentro o es algo más?
La verdad puede emplearse como elemento de disuación ante una sociedad sumida en el hartazgo, no olvidemos que en mayor o menor medida la fe aparece tarde o temprano en tod@s nosotr@s.
La reflexión del día: La verdad no tengo ninguna
De “Algunos Hombres Buenos” se recuerda por encima de todo lo demás el “tango verbal” final entre Tom Cruise y Jack Nicholson, (bautizado así por los propios actores protagonistas.) El personaje interpretado por Nicholson, el coronel Norman Jessep, se halla sometido a un interrogatorio despiadado por parte del abogado de la armada de los Estados Unidos que interpreta Cruise, alcanzando su clímax en este monumental diálogo:
ResponderEliminar-¿Quiere respuestas?
-Creo que tengo derecho…
-¿QUIERE RESPUESTAS?
-¡Quiero LA VERDAD!
-¡¡¡Usted no puede soportar la verdad!!!
La verdad, no es para todos... Yo estudié derecho, creo en la verdad, pero he comprendido, que la verdad, no siempre es para todos.
Muy cierto "la ignorancia es felicidad", todos esperamos la verdad pero no la soportamos, pero yo te hablaré un poco de la mentira y su valor, tengo una pequeña clasificación de la mentira espero te guste:
ResponderEliminarMENTIRA SOCIAL: Nos permite vivir en sociedad, de hecho, es criticable no saber usarla. Ejemplos: la aceptación social, la justificación, ¿viviría sin ella?
MENTIRA FUNCIONAL: Aquella que permite salir adelante, evitando un mal mayor, resuelve un acontecimiento coyuntural y de circunstancia.
MENTIRA DE SUPERVIVENCIA: No atiende a una coyuntura, se puede mantener toda una vida, el desarrollo de la persona en el mundo, depende de la existencia de la mentira.
MENTIRA INFUNCIONAL: No tiene sentido utilizarla, no hay una motivación ni solución de nada, genera problemas, desgasta y se da por torpeza.
Espero te guste y ya de paso creo que no se puede andar por el mundo diciendo sólo la verdad, en gran parte por las razones que tú ya diste.
La clasificación me parece reveladora, pero creo en la desobediencia conciente, así que continuaré evitando la mentira, aunque como dice BU, eso me convierta en anormal.
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